Consejos para adaptar tu contenido a los cambios constantes de estilo de vida de tus consumidores

Para que las marcas puedan lograr mantenerse relevantes en sus respectivos sectores es imprescindible que ofrezcan contenido adaptado a nuevos consumidores. Los cambios que se generan espontáneamente en las audiencias ya construidas garantizan la presencia de las marcas por más tiempo.

La volatilidad es parte de la vida y está muy marcada en las redes sociales y en otros canales de difusión. Una audiencia construida con personas de 18 a 25 años, pronto será una audiencia de personas de 20 a 30 años. Para las marcas no es rentable, ni lógico, modificar sus estrategias por completo cada cierto tiempo. Y tampoco será posible adquirir y desechar audiencias.

Estos supone retos importantes para la creación de contenido ya que es necesario crear contenido adaptado a nuevos consumidores, pero también enfocado en los cambios propios de los consumidores ya adquiridos.

Contenido adaptado a nuevos consumidores y a los cambios sociales

Parte de la creación de contenido siempre debe tener un enfoque humano. La humanización de la marca no es un concepto vacío.  Es necesario para conectar más y mejor con las distintas audiencias. En este sentido, las marcas que viven y crean dentro de una «burbuja» no son bien percibidas.

La realidad social existe y entender a las marcas según el entorno en el que se desarrollan es otra forma de crear contenido adaptado a nuevos consumidores y a los ya presentes.

Un ejemplo práctico es la pandemia por COVID-19. Una situación que estaba afectando al mundo entero no podía simplemente ignorarse dentro de los planes de contenido. De este modo, las empresas y marcas comenzaron a solidarizarse, y a contextualizar su contenido, para adaptarlo a las necesidades de sus clientes.

Cambio en los hábitos de consumo

Otra constante de los consumidores es que suelen cambiar constantemente sus hábitos de consumo. La gran pregunta es: ¿Pueden las marcas estar preparadas para estos cambios? La respuesta es un rotundo sí, pero hay que tomar en cuenta varias consideraciones:

Modificaciones en las rutinas

Las rutinas son el primer modificador de los hábitos de consumo. Las personas experimentan cambios en sus horarios y en sus quehaceres diarios. Por ejemplo, los hábitos no son iguales en invierno que en verano. Estudiar estos pequeños cambios logrará mantener un contenido adaptado a nuevos consumidores.

Hábitos saludables

Las edades traen consigo cambios conductuales en las audiencias. En la medida en que los consumidores crecen, se hacen más conscientes sobre su salud. ¿Está tu marca preparada para asumir estos cambios?

No se trata de que repentinamente publiques recetas saludables (sobre todo si no guarda relación con tu nicho), se trata de buscar en esas necesidades específicas lo que puedas adquirir para seguir manteniendo el interés. 

Motivación por el aprendizaje

La necesidad de información y aprendizaje está muy presente en las sociedades actuales. Esto va muy relacionado con ofrecer contenido de valor. Este término parece muy común, pero al momento de implementarlo se complica un poco.

Aportar valor está relacionado con tu audiencia, únicamente con tu audiencia. Es por esto que lo que significa aportar valor para una marca, no se traduce de la misma forma para otra. Además, el contenido de valor necesariamente debe estar diseñado con base en la misión, visión y valores de tu negocio.

Una manera de brindar calidad con información que ya existe es traduciéndolo. No siempre necesitas ser innovador en el fondo sino en la forma. Por ejemplo, explicar un concepto de marketing. Quizás muchas agencias lo hicieron, pero que tú lo hagas en un formato más agradable y accesible, ya lo hace automáticamente distinto.

La producto – dependencia puede ser perjudicial

Así como depender únicamente de inversiones publicitarias es contraproducente a nivel de gestión, economía y eficiencia, también está contraindicado depender de un producto únicamente.

Ten en cuenta que el content marketing no es publicidad directa. De hecho, es todo lo contrario. Viéndolo de esta forma sabrás que la publicidad depende de un producto o servicio.

No es que no puedas tener un producto estrella, pero si toda tu estrategia se basa únicamente en ello, definitivamente la audiencia se aburrirá. Es necesario explorar otro tipo de contenido que no salga de tu línea editorial.

El centro es el cliente

Continuando con la información anterior, el contenido debe estar centrado en el consumidor, no en productos y servicios. Una buena fórmula para descifrar esto es hablar sobre cómo mejoras la vida de tu comunidad y no sobre las bondades de tu producto.

Este es el tipo de contenido que triunfa en canales digitales hoy en día. Aunado a la centralización del cliente también es importante la presencia omnicanal.

A las personas les interesa saber cómo tú, tu producto o servicio, mejorarán su vida. No es tan especial saber solo las características maravillosas, si no como esas características ayudan al beneficio del consumidor. Habla del humano siempre y de su experiencia.

Regular la cantidad de contenido

Una de las quejas constantes de los consumidores es que se sienten completamente abrumados por la cantidad de información que reciben de muchas marcas.

Muchas veces se considera que más es mejor, y se suelen diseñar planes con mucha información para publicar. Esto, actualmente, se considera una desventaja.

Constantemente la forma de consumir la información está cambiando, por eso es importante saber adaptarse. No se trata de trabajar más de la cuenta, creando nuevas bases todas las semanas.

Las bases que constituyen tu estrategia como el análisis de mercado o el buyer persona, pueden continuar siendo las mismas. Lo que necesitas ajustar son las formas.

Inclusión

Algunas marcas prefieren no abordar ciertos temas por miedo a la polémica. Los temas políticos o socialmente delicados suelen estar fuera de los planes de contenido, pero no quiere decir que no sigan existiendo.

Siguiendo con la línea de la contextualización de la marca, un negocio que es consciente de su entorno o de los problemas que lo afectan es un negocio mejor aceptado. 

Sí, es real que hay ciertos contenidos que resultan completamente inadecuados dependiendo del tipo de negocio, pero hay que formar parte de las realidades. ¿De todas las realidades? No. Pero sí de algunas importantes.

El tema inclusivo suele generar incomodidad, pero cada marca puede tomar en cuenta aspectos inclusivos y resaltarlos en su estrategia de contenido. La inclusión se trata de todas las minorías, no es exclusiva de un gremio.

Imparcialidad

Esta es otra característica que debe formar parte de cada marca, pero de una forma sana. Las marcas parcializadas no crean buenas audiencias, al contrario, se llenan de detractores.

Esto se debe a que estarías enfocando la comunicación hacia un solo punto de vista, lo que estaría apuntando a la exclusión. Justamente lo contrario al punto anterior.

A las audiencias les gusta sentirse parte de la conversación y tener espacios con los cuales se identifiquen. Aunque tengas un público objetivo bastante definido, no es necesario usar discursos de exclusión para captar al público que sí te interesa. Si tienes una estrategia sólida, vas a lograr esto sin caer en polémicas

¿Cuáles son los temas de contenido adaptado a nuevos consumidores?

Como la vida ha cambiado drásticamente, los hábitos de consumo también lo han hecho. Hay temas que hoy, más allá de ser una moda, forman parte de un discurso social que ya deberías estar tomando en cuenta. Son los siguientes:

• Salud mental, desde un punto de vista respetuoso y empático.
• Salud física, desde la toma de consciencia tras el COVID.
• Tecnología, abordando temas complejos como la Inteligencia Artificial o el Metaverso.
• Reducción del daño ambiental, tomando en cuenta la reducción de la huella de carbono.
• Nuevas finanzas, tales como las criptomonedas o NFT.
• La espiritualidad, pero no desde la religión, sino desde la consciencia del ser.

¿Necesitas incluir todos estos temas?

La respuesta es que no, porque va a depender de que lo vendas y cómo te vendas. Pero si evalúas detenidamente la información, verás que los temas más superficiales han perdido valor en la sociedad actual.

Hay más valor hacia el medio ambiente y la salud en general. Los buenos hábitos son los que están marcando la pauta de comportamiento. Ya hay otras maneras de concebir la existencia, más propias de esta época, y es muy positivo tomarlo en cuenta desde la creación de contenido.

Todo puede abordarse desde un punto de vista más consciente y más humano, solo necesitas cambiar la perspectiva. Esto es el verdadero contenido adaptado a nuevos consumidores: no se trata de los que llegan solamente, se trata de cómo se comportan los que forman parte de la audiencia que ya construiste.

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